La historia de McDonald’s y cómo pasó de «restaurante de barrio» a líder mundial

por Administrador

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El éxito actual es el resultado de la combinación y el trabajo de varias «mentes innovadoras y emprendedoras» que supieron diseñar un método sin precedentes y llevar esa visión al mundo.

Sin dudas, hay tres personajes fundamentales en la historia de este «camino a la fama». Por un lado, los hermanos Richard y Maurice (Dick y Mac) McDonald y, por el otro, Ray A. Kroc.

A los dos primeros, se les puede atribuir el concepto de «comida rápida», ya que fueron quienes supieron darle forma a esta idea. Pero fue gracias al tercero que Mc Donald’s se transformó en el imperio que es hoy en día.

Pero para entender el presente, hace falta primero remontarse al pasado y comprender cómo estos personajes y sus historias se cruzaron para dar forma a un gran éxito.

En sus comienzos, McDonald’s tenía una imagen bastante diferente de la que actualmente se conoce. De hecho, cuando en 1940 los hermanos abrieron su primer restaurante en San Bernardino (California), se trataba de un «Bar-B-Q» que ofrecía 25 platos.

Sin embargo, hubo un hecho que cambió el modo de pensar de Dick y Mac y los llevó a realizar modificaciones: la Segunda Guerra Mundial.

Sucede que, como explica Michael Stern, el coautor de Encyclopedia of Pop Culture, una vez finalizados los enfrentamientos, los americanos tenían un sentimiento de «hemos luchado, hemos ganado, ahora nos toca la buena vida. Y por definición, esa buena vida incluye velocidad, en términos de obtener lo que se quiere, cuando se quiere».

¿Cómo se trasladó esto al mundo de la comida? La idea que tuvieron los hermanos fue revolucionaria para la época. Si bien su Bar-B-Q venía funcionando muy bien, decidieron cerrarlo para implementar cambios tendientes a «acelerar» el servicio.

Los ejes de su nuevo concepto fueron claves para que en diciembre de 1948 surgiera el primer McDonald’s propiamente dicho:

• Reducir el menú a sólo 9 opciones (hamburguesas, papas fritas, bebidas y milkshakes), que eran las más rentables del anterior restaurante. De hecho, el 80% de los beneficios de su negocio venía de las famosas «burgers».

• «Estandarizar los procesos» en la cocina, convirtiéndola en una especie de «línea de ensamblaje» como las que Henry Ford había introducido en las fábricas. Para esto, ampliaron las parrillas y crearon «dispensers» de condimentos para que todas las hamburguesas siempre salieran iguales.

• Introducir el concepto de «self-service».
«Cuando la gente se enteraba de lo que íbamos a hacer, pensaba que estábamos locos, porque sin esos cambios éramos el restaurante ‘drive-in’ más popular de la ciudad», contó Richard McDonald en un documental sobre la empresa.

Pero la historia demostró que no estaban equivocados. Y es que, llevadas a la práctica, sus ideas permitieron reducir el tiempo de servicio de 30 minutos a 30 segundos. Y así nació el concepto de «comida rápida».

Así, rompiendo todas las reglas existentes en el mercado, los hermanos McDonald se destacaron de la competencia y su historia comenzó a ser noticia a lo largo y ancho de EE.UU., atrayendo la atención de inversores.

Y es que mientras Dick y Mac estaban contentos con ver prosperar su negocio, a Ray se le ocurrió la idea de expandir ese concepto por todo Estados Unidos

Pero, ¿cómo se cruzaron sus caminos? Ray era representante exclusivo de la marca de batidoras «Prince Castle Multimixer», motivo por el cual había recorrido en su vida muchos restaurantes norteamericanos.

En los años ‘50, el negocio estaba en caída ya que muchos bares estaban cerrando sus puertas. Por eso, cuando en 1954 un pequeño local de San Bernardino le ordenó 8 máquinas, enseguida captó su atención.

Al acercarse al lugar, Ray quedó sorprendido por la efectividad con la que se trabajaba allí y la rapidez de su operación: se concentraban en pocos productos y eso les permitía mantener la calidad en cada paso sin perder tiempo.

Enseguida Kroc notó que la idea iba a ser un suceso y por eso les propuso a los hermanos una visión: crear restaurantes McDonald’s en todo el territorio de EE.UU. Tanto creía en esa idea que cuando Dick y Mac le dijeron que ellos no querían encargase de tal tarea, él mismo se puso al frente de la expansión.

Solo un año después de esta propuesta, en 1955, Kroc abrió su primer McDonald’s en Des Plains, Illinois. Para 1965, el número de restaurantes ya había trepado a 700 y hoy en día hay más de 30.000

Una filosofía única
Según cuentan en el mismo sitio web de la firma, Ray Kroc quería que los restaurantes de la compañía se basaran en tres pilares fundamentales:

• Calidad.
• Servicio.
• Limpieza.

Posteriormente, se añadió un cuarto principio a su filosofía empresarial: el Valor o Precio. De hecho, las hamburguesas, en sus inicios, salían apenas 15 centavos de dólar.

De este modo, Ray A. Kroc hizo de McDonald’s un restaurante familiar y abierto a todos, famoso porque su comida siempre mantenía la misma calidad y se preparaba igual desde Alaska hasta Alabama.

Para que el negocio fuera exitoso, otro punto en el que se centró este líder fue crear un nuevo concepto en cuanto a la relación con los proveedores y franquiciados, que se convirtieron en «socios» de la compañía. Y es que, como aseguran desde el mismo sitio web de la cadena, Kroc «sabía que el éxito de la empresa radicaba en colaborar estrechamente con cientos de pequeños empresarios, participando todos ellos de una filosofía común».

Por eso, el empresario promovió el slogan «In business for yourself, but not by yourself» («En los negocios por tí mismo, pero no solo»). Y es que, como él mismo decía, su razonamiento se basaba en el viejo dicho de que un banco es tan fuerte como cada una de sus patas y la suya tenía tres:

• McDonald’s.
• Los franquiciados.
• Los proveedores.