¿Por qué el El 87% de los consumidores nunca ha conectado emocionalmente con una marca?

por Administrador

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En la era digital en la que vivimos, donde el ruido se ha convertido en la tónica ante una atención cada vez más esquiva de los consumidores, las emociones son uno de los grandes aliados de los marketeros a la hora de conseguir la efectividad de sus mensajes.

Pero, ¿realmente están las marcas consiguiendo conectar emocionalmente con los consumidores? De acuerdo a los resultados elaborados por la encuesta elaborada por The Drumy Opinium, el 78% de los consumidores considera que nunca han conectado emocionalmente con ninguna marca.

Un porcentaje que se incrementa hasta el 87% si hablamos de consumidores mayores de 45 años.
Parece que tienen algo más de éxito entre los consumidores más jóvenes. Si ponemos el foco entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años, el 60% responde que ninguna marca ha logrado conectar de forma emocional con ellos.

Este porcentaje se incrementa en tres puntos su hablamos de consumidores entre 25 y 34 años.
¿Qué es lo que debe cambiar?

Seguro que después de leer los datos anteriormente expuestos más de uno de está formulando esta cuestión.

Vemos que los consumidores mayores de 45 años se muestran como los más resistentes a la hora de conectar con las marcas. El 63% declara que ninguna acción puesta en marcha por una marca lo ha logrado nunca.

Los consumidores más receptivos son los que se encuentran en la franja de entre 18 y 24 años. Estos están más dispuestos a cambiar de opinión aunque el 28% afirma que ningún impacto lograría crear esa conexión.

El 40% de los encuestados con edades entre los 18 y los 24 años explica que la alineación de una marca con una causa social ha cambiado positivamente su percepción sobre una marca. Lo mismo sucede con el 33% dentro de este grupo pero en este caso con aquellas marcas que se asocian con un tema que les interesa, o el 31% que hace lo propio con las marcas que trabajan con organizaciones benéficas.

El 36% de consumidores con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años valoran positivamente que el contenido de las marcas les resulte entretenido.

Este batiburrillo de datos nos deja una clara fotografía: las marcas necesitan ser más significativas en función de los rangos de edad a los que se estén dirigiendo.

¿Qué papel juega los familiares y amigos?
En los últimos tiempos hemos escuchado en más ocasiones de las que le gustaría a la industria publicitaria, que cada vez son más los consumidores que confían más en las recomendaciones de familiares y amigos y menos en la publicidad tradicional.

Volviendo al estudio vemos que la familia (41%) y los amigos(40%) son dos factores de gran peso a la hora de influir en la percepción que se tiene de una determinada marca.

Por rangos de edad estos factores influyen de la siguiente manera: 49% en los consumidores de entre 18 y 24 años y 50% en el caso de los que reportan edades comprendidas entre los 25 y los 34 años.
Hay que destacar que la influencia de los amigos y familiares se reduce a medida que avanzamos en los rangos de edad.

No todo es tan digital como parece
El estudio ha desvelado que, por muy digitales que sean los consumidores más jóvenes, las marcas no deben dejar de lado los medios tradicionales. La influencia de los canales digitales en la percepción de la marca varía significativamente entre los grupos de edad.

Vemos que el 33% de los consumidores con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años opina que las personas que siguen en redes sociales generan influencia en la percepción que tienen de las marcas.

Un porcentaje que se reduce notablemente a medida que avanzamos en los tramos de edad: 14% consumidores entre 25 y 34 años, 12% consumidores entre 35 y 44 años, 6% consumidores entre 45 y 54 años, 4% consumidores entre 55 y 64 años y 2% en mayores de 65 años.

¿Cuál es la solución?
La principal conclusión que se extrae de este estudio es que las marcas deberían hacer mayores esfuerzos para conectar de forma emocional con su público. De lo contrario, podría tener un efecto negativo en sus ventas.

Para ello los marketeros tienen que ser capaces de responder a tres preguntas:
– ¿Qué es lo que despierta la atención del consumidor?
– ¿Cómo puede alinearse mi marca con las causas que le interesan?
– ¿Qué canales y tácticas debo poner en práctica para realmente influir en su percepción?

Las respuestas a estas preguntas se posicionan como los pilares de una estrategia en la que la honestidad y la transparencia son fundamentales. Siempre mirando más allá de los canales más obvios y entendiendo cómo las personas piensan y sienten.

Fuente: www.marketingdirecto.com