Coronavirus causa grandes pérdidas en el comercio y economía global

por Administrador

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China, la fábrica del mundo, se paró provocando un ‘shock’ de oferta. En otros países aumenta la desconfianza de la gente y hay un ‘shock’ de demanda

El cierre de fábricas en China —que provoca problemas de suministro a pequeñas y grandes empresas— ha causado lo que en economía se conoce como un ‘shock’ de oferta. El país representa el 30% de la producción mundial de manufacturas, el 12% de las exportaciones totales y el 18% del gasto en turismo. Su importancia en la economía global es tal que no es extraña esa sensación entre empresarios de que, si se para China, se para el mundo.

«Las mayoría de crisis económicas nacen en el lado de la demanda: la gente no consume todo lo que se produce, así que las empresas no recuperan costes y quiebran. «El ‘shock’ de demanda puede venir de una menor confianza en la economía. Puede tener un origen político, «Tiene que ver con el consumo de los hogares, la inversión de las empresas… La gente se asusta y dice: no voy a consumir porque las cosas no pintan bien».

El miedo puede jugar una pésima jugada a la economía, dice el economista jefe de UBS Global Wealth Management, Paul Donovan. «El impacto económico del coronavirus se siente a través del miedo. El miedo cambia el comportamiento del consumidor (cambiando los patrones de demanda). El miedo cambia el comportamiento de las empresas (prohibición de viajes). El miedo cambia el comportamiento de los responsables políticos (la Reserva Federal de los EE.UU. parece tener miedo)», reflexiona. «La pregunta imposible para los economistas es ‘¿Hasta dónde llega el miedo?'».

«Imagínese que una empresa necesita componentes de Asia o Italia». «Ahora mismo solo puede tenerlo pagando mucho más, con lo cual aumenta el coste de producción».

Muchas empresas están moviendo la producción a otros países —una tendencia que no es nueva, porque China ya no es tan barata como otros países asiáticos: Vietnam, Bangladesh— y tratando de reducir su dependencia. «Es un problema de suministro. Una cosa extraña, que no pasa frecuentemente». Es como si hay un terremoto y te destruye fábricas. Lo bueno es que las fabricas siguen ahí y la gente volverá a trabajar».

Amenaza con paralizar el crecimiento global

«El coronavirus amenaza con paralizar el crecimiento global», le dice a BBC Mundo Tom Orlik, economista jefe de Bloomberg Economics.

«Hace un mes, el escenario más probable parecía un brote importante limitado a China y otros países que sufren efectos relativamente menores. Eso ahora se ve demasiado optimista», agrega.

«Las posibilidades de que se produzca el peor de los escenarios, con las principales economías sufriendo un impacto significativo, aumentan día a día».

En ese caso, el costo global podría llegar a los US$2,7 billones, si todos los países se ven expuestos a las consecuencias de la pandemia.

¿Y América Latina?

Marcos Casarin, economista jefe para América Latina de la consultora británica Oxford Economics, proyecta que la contracción económica generalizada se dejará caer en el primer trimestre y será de «corta duración».

Desde esa perspectiva, Casarin le dice a BBC Mundo que dadas las circunstancias, «estamos muy cerca de una recesión global», aunque el principal signo de interrogación es qué pasará con la recuperación que debería llegar en el segundo trimestre.

Aunque las proyecciones varían, existe una especie de consenso entre los analistas financieros de que el panorama debería mejorar en la segunda mitad del año.
Sin embargo, muchos advierten que el impacto económico no ha tocado fondo, en la medida que el virus sigue propagándose aceleradamente.

FMI y Banco Mundial

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial afirmaron estar listos para ayudar a los países a encarar el desafío que significa el COVID-19.
“Trabajamos con las instituciones internacionales y las autoridades nacionales, especialmente con las de los países pobres donde los sistemas de salud son débiles y la gente es más vulnerable”, informaron en un comunicado conjunto.

Entre las provisiones que estas entidades ponen a disposición de los Gobiernos se cuentan el financiamiento de emergencia, asesoría y asistencia técnica.

“El fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y respuesta de salud de los países es vital para contener la propagación y los brotes futuros”, concluyeron el FMI y el Banco Mundial.
El FMI anunció hoy una línea de crédito de 50.000 millones de dólares para respaldar de manera inmediata la respuesta de los países al COVID-19, en tanto que el Banco Mundial puso ayer a disposición de los países que lo necesiten un paquete de hasta 12.000 millones de dólares .

Fuentes:
www.eldiario.es
www.bbc.com
www.news.un.org