Los supermercados ocupan posiciones para la gran batalla del comercio electrónico

por Administrador

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Daba la sensación, tradicionalmente, de que ciertos mercados permanecían ajenos a los cambios y a las modificaciones. A pesar de que muchas cosas cambiaban y a pesar de que el contexto era cada vez más diferente en ciertos escenarios, las cosas permanecí¬an en cierto modo inalterables en algunos mercados. Así¬, a medida que iba cogiendo impulso el comercio electrónico, ciertos sectores parecían permanecer al margen de los cambios. La compra se seguía haciendo en el supermercado.

Pero las cosas han cambiado en los últimos tiempos. Los grandes jugadores del comercio electrónico están entrando a ‘todo trapo’ en el mundo de alimentación y las grandes cadenas de supermercados están empezando a prestar atención al mundo online. Si hace solo un par de años se pod¬a decir que los supermercados se convertían en el gran futuro campo de batalla, hoy ya son una batalla a tiempo completo y en la que cada vez están más perfilados los competidores.

Contar con una cadena de espacios físicos puede ayudar a hacer menos los problemas y puede ayudar a asentar la situación para quien sepa jugar con ello. Al fin y al cabo, solo hay que pensar en la experiencia de compra ahora mismo cuando se compra online. Los jugadores puramente online hacen que o bien la entrega del producto no sea la mejor (tardan y traen todo en cajas variadas, demasiado dependientes de los intermediarios de logí¬stica) mientras que quienes son cadenas de supermercados que intentan mantenerse en la red pueden jugar con el valor de su red de espacios fí¬sicos (aunque no suelen ser tan ‘ecommerce friendly’ como quienes nacen para ello: por ejemplo, aún no comprenden la necesidad de tirar los precios de entrega).

Todos ellos, sin embargo, se enfrentan a una especie de espacio de no retorno. Por un lado, los consumidores más jóvenes están cada vez más abiertos a comprar online y esperan de hecho hacerlo. Algunas estadísticas ya señalan que los millennials compran en un 21% de los casos su compra online, frente al 9% de los miembros de la Generación X, por ejemplo. Por otro lado, la oferta es cada vez más y más amplia lo que hace que no quede más remedio que entrar en el juego ;o arriesgarse a quedarse completamente obsoleto.

De hecho, no hay más que mirar los últimos movimientos de bolsa para verlo. Si la compra de Whole Foods es la gran noticia en adquisiciones, la salida a bolsa de Blue Apron ha sido otro de los temas dominantes de la conversación sobre el mercado en estas semanas. La salida a bolsa no serí¬a más que otra noticia más económica, si no fuese por el tipo de tienda online que la protagoniza y lo que esta dice sobre cómo están cambiando los hábitos de los consumidores y cómo la red está asumiendo el timón en ese movimiento de cambio.

Todo este ruido y todo este interés muestran clara una cosa: los consumidores están comprando de otro modo y el mercado está asumiendo otra nueva oferta.