Supermercados del futuro: 4 proyectos revolucionarios
El sector de los supermercados es uno de los que más ha cambiado en los últimos años gracias a la tecnología. En un intento por adaptarse a unos nuevos hábitos de consumo en los que la conveniencia y la rapidez son los factores más importantes, las principales cadenas de nuestro país han apostado por convertir los datos, la digitalización y la tecnología en una ventaja competitiva que no solo permite mejorar la experiencia de usuarios, sino aumentar la eficiencia del negocio.
El blockchain, por ejemplo, es la tecnología que impulsa la transparencia en la cadena de suministro de Carrefour. De la mano de IBM y a través de la plataforma IBM Food Trust, la compañía permite a sus usuarios conocer el origen de algunos de sus productos mediante un código QR.
Pero también la geolocalización o el reconocimiento facial son ya habituales en algunos establecimientos pues, permiten no solo conocer los patrones de los consumidores dentro del local, sino también el control del stock y, sobre todo, ofrecer ofertas personalizadas y en tiempo real a los compradores.
Junto a ello, nuevas formas de distribución más rápidas y flexibles, adaptadas al ritmo de vida de los consumidores o el lanzamiento de líneas de productos especiales que responden a las demandas cambiantes del mercado han transformado el concepto tradicional de supermercado que es ahora un espacio en el que, incluso, se puede comer.
Pero el modelo que ha llamado más la atención hasta ahora ha sido el de Amazon Go que es hoy uno de los negocios más prometedores. Su peculiar concepto de tienda sin cajeros, ni dinero es un atractivo para unos consumidores con prisa.
Pero Amazon no es la única compañía que vislumbra el futuro de los supermercados. Otras cadenas ya piensan en iniciativas igual o más sorprendentes.
Un supermercado virtual en el metro
La falta de tiempo impide muchas veces a los consumidores acudir a las tiendas a realizar sus compras, por ello, la cadena de supermercados británica Tesco, puso en marcha una curiosa iniciativa en el mercado coreano que, bajo el nombre de Tesco Home Plus, permitía adquirir productos desde lugares tan curiosos como el metro.
A través de unos paneles a modo de estantes de supermercado y códigos QR, basta con escanear los productos deseados para añadirlos al carrito tras lo que se finaliza la compra, se escoge la fecha y la hora deseadas y se recibe el pedido en el domicilio.
Drive Market
La popularización de servicios de compra desde el coche como el que desde hace años ofrecen cadenas de comida rápida como McDonald’s o Burger King llevó al desarrollo de esta idea pero aplicada a los supermercados.
El concepto consistía en acudir con el coche los establecimientos y, sin bajarse del vehículo, los consumidores van escogiendo los productos desde un circuito vertical con distintos estantes contenedores que deposita en una cinta para su posterior cobro y embalaje.
Experiencia de compra kinética
La cadena italiana Coop Italian Food es la impulsora de una experiencia de compra basada en pantallas táctiles digitales y sensores kinéticos en la que el consumidor no necesita tocar los productos, tan solo debe señalarlos para conocer la información relacionada con precios, origen o ingredientes.
Una modalidad de compra tradicional que incorpora la experiencia digital.
El súper autónomo
Dice el refrán que, Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. En esta iniciativa ocurre lo mismo, pero con el supermercado. Consiste en un robot autónomo que acude allá donde el consumidor lo solicite para acercarle, sobre todo, productos de primera necesidad ofreciendo un servicio 24 horas que ya está siendo testado en el mercado chino.